lunes, 10 de septiembre de 2007

Más propuestas

En vista de que parece que viajar a Cancún para conmemorar el final de la carrera va en serio (no lo digo por lo de ir a Cancún, sino por lo del final de carrera, ya sabéis, cinco años, parece mentira, bla bla bla...), yo traigo una propuesta que bien nos podría valer para ver esa paradisiaca zona de México cada vez más cerca.
Mucho se está hablando de fiestas, kioskos, camisetas..... pero yo apuesto por montar un puesto de bocadillos. La gente, cuando sale de clase después de haber estado dos horas escuchando polladas como la clasificación de las fuentes o la organización interna de la ONU, está que le pega bocados a las paredes. Y, señores, no pretenderemos saciarles el hambre con simples gominolas y paquetes de patatas, por no hablar de los pastelitos que ofrece la cafetería, si es que les quedan. Bocadillos, eso es lo que hay que vender. Auténticos bocadillos consistentes en una viena de pan como una trompeta de grande rellena de... bueno, de lo que sea; tan grandes que para comérselos haya que desencajar la mandíbula como cuando las serpientes de los documentales de la 2 se comen a un ciervo; bocadillos que sean la delicia de todos; bocadillos que, de verlos, ya te quiten el hambre; bocadillos que nos recuerden a los que nos hacían nuestras madres por la tarde mientras veíamos a Miliki haciendo gilipolleces; bocadillos que nos pesen en las manos; bocadillos que nos hagan la boca agua. En definitiva, lo que hay que montar es un puesto de BOCADILLOS. ¡¡¡Seguro que se venden como churras, digo, como churros!!!
P.D.: En cuanto a lo de la elección de grupo, si se ha decidido coger el dos, pues será el dos, aunque yo hubiera preferido el tres porque rima con Andrés (Un abrazo Andreeeeeeeeeéssssssss)

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