Se acerca la Navidad. Ese tiempo de paz, ese tiempo de amor, ese tiempo en el que miras en tu interior y sólo ves 100% algodón.
Ese tiempo de muchas cosas. De sonreír a todas horas y comportarse como un pacífico angelote para luego tener la excusa de seguir siendo un perfecto hijo de puta el resto del año; de comprar objetos a precio de escort de lujo porque sí; o de, por supuesto, ponerse absolutamente cerdo de comer hasta que nuestros familiares nos metan en nuestro cuarto haciéndonos rodar por el suelo como un barril de cerveza.
Y es a esto a donde quiero llegar. La Navidad es tiempo de ponerse jincho para horas después empezar a planear la dieta con la que perder las lorzas adquiridas. También suele ser época en la que, al vivir el cambio de año, uno siente la cercanía de algún evento importante y, como consecuencia, decide ponerse a dieta.
Pero, ¿por qué esperar? Si empiezas a hacer régimen hoy tendrás que perder menos peso a partir de enero. Y aún más. Si te controlas un poquito estas Navidades no vas a tener que alimentarte única y exclusivamente de cremita de calabacín hasta el verano.
Así que, pensando en todos esos cientos de miles de millones de personas que llegan hasta este blog buscando respuestas a las preguntas más acuciantes de nuestra existencia, os pongo una receta de ensalada de pasta ligera y nutritiva para que podáis empezar a perder peso inmediatamente. La receta es de una tal Wanda pero quien nos la presenta es una tal Sara (aparentemente)
Buen provecho.
