Roberto, por favor

Ahora que los exámenes de febrero han tocado a su fin, no encontramos ninguna excusa válida para que nuestra mente no piense en otra cosa que en Riviera Maya. Muchas, muchas cosas pueden pasar en esos 9 ó 10 días (no sé cuántos son exactamente) que estaremos en tierras lejanas, por lo que conviene cerciorarse de qué conviene hacer y qué no. Y es que en este tipo de viajes son habituales los casos en los que se suele sufrir algún que otro imprevisto ajeno a la voluntad de uno, léase el caso de, por ejemplo, la gallega que acabó en el trullo porque le endiñaron en su equipaje una sustancia que no era precisamente para endulzar el café de por las mañanas.

Al hilo de lo comentado, muchos recordaremos el caso en el que unos españoles fueron encarcelados en Letonia por jugar con una banderita de este país báltico, puesto que allí entienden que las enseñas nacionales son algo así como Mach para nosotros, esto es, algo sagrado. Por ello, aprovecho este espacio para avisar, recomendar, advertir, proponer y sugerir a uno de los nuestros de que se abstenga, por todo lo que más quiera en este mundo, de hacer el siguiente gesto.

Te lo digo a ti, Roberto, a ti que eres capaz de todo en este esperado viaje. Por la Keka, por tu Betis, por Palmerín, por tus viajes a Granada y a Valladolid, por los churrascos de la Choza de la Manuela, por tus chirigotas y comparsas, por el Derti, por Andrés Miso, por todas la perras de tu facultad, por Pavone… por lo que más quieras, Roberto, no lleves tu brazo derecho con la palma de la mano extendida a tu hombro izquierdo y, sobre todo, no utilices este gesto para hacer ninguna broma. Es lo que suelen hacer los mexicanos cada vez que suena su himno nacional y da la casualidad de que, al igual que los letones, no permiten la más mínima falta de respeto al respecto.

¿Que resulta que has recibido en tu hombro izquierdo una picadura de una araña del género Loxoscelesy, típica de la zona selvática de la península del Yucatán? Tú coges y te rascas haciendo el pino puente; ¿qué te han condecorado las autoridades mexicanas con una medalla en la solapa al bajar del avión por ser el visitante 10.000 procedente del barrio de Nervión que visita el país azteca? Pues tú ni la mires, sonríe hacia las cámaras y va que chuta; ¿qué has decidido comprarte un pin con la cara de Don Ramón en un souvenir de Cancún como recuerdo y quieres ponértelo en tu camiseta del Cádiz, a la altura del escudo? Pues te lo pones con el pie izquierdo. Pero nunca Roberto, nunca lleves tu brazo derecho con la palma de la mano extendida a tu hombre izquierdo, ni siquiera lo intentes. Es por tu bien, no quisiera ver cómo en el avión hay un asiento vacío en el viaje de vuelta mientras que tú estas enchironado con, quién sabe, algún asesino chamaco o algún narcotraficante con la cara del emperador Moctezuma.

Para asegurarme de que te das por enterado, pongo a continuación un video que recoge dicho gesto, y termino haciendo extensible esta sugerencia a todos y cada uno de los que marchen para Riviera Maya.



Sin más, me despido.

Un abrazo Andréeeeeeeeeeeeessssssssssssss