lunes, 29 de diciembre de 2008

Conmovedor testimonio

A veces, navegando por Internet, uno se encuentra con relatos en los que una persona cuenta sus pensamientos, sus ilusiones o sus experiencias. Y una de las experiencias con la que te puedes topar es con una de tipo sexual, una de las que despierta más curiosidad entre el público y a la vez una de las que la gente es bastante reticente a hablar.

En esta ocasión, nos encontramos, concretamente, con la 'primera vez' de un tío. No tiene desperdicio:


"Cuando tenía 17 años, mi novia ya estaba preparada para hacerlo. Como podríais esperar de cualquier chico de mi edad, estaba entusiasmado. Nada se interpondría entre mí y mi destino final.

Me preparé para la gran noche, me arreglé y me lavé concienzudamente. Desgraciadamente, había un pequeño problema. Padezco un trastorno digestivo que a veces hace que mi mierda se vuelva extraordinariamente sólida y compacta en mi interior. Por entonces no sabía que existía un tratamiento y, de hecho, pensaba que todo el mundo tenía que vivir con este equivalente anal de las piedras del riñón. Menciono esto porque durante los últimos días un ejemplar realmente poderoso se había estado gestando dentro de mí.

Resumiendo el panorama. Sus padres no están. Tenemos su casa para nosotros solos. Ella es bastante viciosilla, y quiere que lo hagamos en la cama de sus padres.

La habitación está bañada por la luz de las velas. Por lo visto se lo ha estado currando durante todo el día, y hay muy buena iluminación incluso con las luces apagadas. Lo cual es de agradecer, porque ha empezado a bailar sensualmente para mí, y no pierdo detalle. A sus dieciséis años, está TREMENDA. Me compadezco de aquellos de vosotros que nunca habéis catado a una chica de esa edad.

Sentado en la cama, contemplando su danza, sonrío y le digo lo preciosa que está. Por desgracia, la mayor parte de mi atención se concentra en esa molesta presión sobre el esfínter, y en esa incómoda sensación en el intestino provocadas por llevar varios días sin cagar. Pero de algún modo consigo empalmarme, y vamos al tema.

Empezó ella arriba, luego nos cambiamos. Después la puse a cuatro patas, e incluso le di un cachete en el trasero (fue un poco imprudente por mi parte, pero le encantó) Una consecuencia de mi pequeño problema es que me distraigo y aguanto una eternidad. Ella no dejaba de gemir y de decirme lo mucho que le estaba gustando, y fue entonces cuando me susurró lo que todo hombre desea oír: "quiero que te corras en mi boca". Joder, adoro a las mujeres.

Así que empieza a bajar. No era la mejor felatriz del mundo, pero al menos lo intentaba. Se saca mi polla de la boca el tiempo suficiente para llegar a pronunciar las palabras: "dime si esto te gusta". Y entonces lo sentí.

Me había metido un dedo por el culo.

La señal de pánico se encendió en mi cerebro y todos los músculos de mi cuerpo reaccionaron bloqueándose al instante. Pero era demasiado tarde.

Un doloroso y gigantesco truño emergió de lo más profundo de mi cuerpo, desparramándose sobre el edredón de sus padres.

No, no me estáis entendiendo. Quiero decir grande. Enorme. INMENSA. Coge la mierda más grande que hayas cagado en tu vida, multiplícala por cuarenta y dos y tendrás una imagen remota de la que salió disparada de mí.

Y caballeros, cuando digo que salió disparada, no me refiero simplemente a que la cagué con ímpetu. Hablo de un jodido proyectil. Hablo de un viento huracanado llevándose una sombrilla por los aires. Y por culpa de mi transtorno intestinal, salió en forma de un enorme, oscuro y pestilente arpón.

Sé que le dio. No lo vi con claridad, pero lo sé. Lo sé porque echó a correr, chillando "OH DIOS MÍO, OHDIOSMIODIOSMIOOOO" pero siempre imaginé que, por su posición, debió impactarle en la barbilla. O por lo menos en las tetas.

Me gustaría decir que me levanté y fui detrás de ella. Pero oí como se encerraba en el baño de un portazo y simplemente me quedé tumbado sin hacer nada. El olor me llegó al cabo de pocos segundos. Apestaba como si alguien hubiera untado un gato con mierda y lo hubiera arrojado a la chimenea. Miré debajo y vi la que, hasta la fecha, ha sido la mayor evacuación de la que he oído hablar. Entonces percibí la sangre, y con ella el dolor.

Aparentemente, el cagar semejante monstruosidad me provocó un pequeño desgarro anal (al principio pensé que estaba sangrando por dentro. Al día siguiente visité al médico, que me habló por primera vez de mi enfermedad) Se había formado un pequeño charco de sangre donde había estado mi culo. Un último recuerdo del momento y en lugar exactos donde perdí mi virginidad. Atesoraré ese recuerdo durante el resto de mis días.

Cogí mi zurullo con ambas manos y me dirigí al baño de la planta baja. Arrojé al retrete una tercera parte aproximadamente y tiré de la cadena, temiendo añadir una más a mi lista de desgracias si lo atascaba por echar demasiada mierda.

Así que allí estaba yo, de pie, sosteniendo dos tercios del truño más grande de todos los tiempos, sintiendo el hilillo de sangre que me bajaba por la pantorrilla y tratando de ignorar el agudo dolor que atormentaba mi recto. Ojalá conservara una fotografía de ese momento.

Finalmente me deshice de lo que quedaba de mi creación, me lavé las manos, me puse una pelota de papel higiénico entre las nalgas y subí al piso de arriba. Pude oír a mi novia sollozar tras la puerta del baño. Decidí no decirle nada y hacer lo que tenía que hacer. Pero el pestazo en el cuarto de sus padres era sobrenatural. Es como cuando cagas y sales del baño pensando "hoy no lo he dejado tan mal" pero luego vuelves a por tu revista y flipas. Pues era uno de esos momentos.

La escena está grabada a fuego en mi retina. Mi vida. Mi deshonra. Mi primera vez hedió como una montaña de bebés muertos. Me vestí rápidamente, porque el calor que irradiaban las miles de velas que mi novia había colocado hacía que la habitación pareciera una letrina. Fui lo bastante avispado para agarrar el edredón y llevármelo abajo, a la lavadora. También me llevé las sábanas, pues la sangre las había empapado hasta llegar al colchón. Mi novia aún no daba señales de vida, pero a esas alturas lo consideré una bendición.

Lo metí todo en la lavadora junto con una dosis triple de detergente y la puse en marcha, sabiendo que ni siquiera un milagro podría salvar esas sábanas.

Y luego me fui. Evité las llamadas de mi novia durante días, hasta que vino a mi casa. Tuvimos una larga charla acerca de lo ocurrido. Con charla quiero decir "romper conmigo por cagarme encima de ella". Y se acabó. Prometió no contárselo a nadie y dudo que lo haya hecho alguna vez. Este asunto la avergonzaba tanto como a mí. Pero siempre recordaré este hecho como la cosa más embarazosa que me ha pasado en la vida."


No sé si esto puede ser verdad o no. Lo que está claro es que se me han saltao las lágrimas de la risa. Nada más que añadir. :D

miércoles, 24 de diciembre de 2008

NaviMach (II)

Esta noche es Nochebuena y mañana NaviMach, unas fiestas entrañables caracterizadas porque se suele hacer comida para un regimiento. Sin embargo, ese 'espíritu navideño' que existía hace diez años está desapareciendo. Y me refiero a ese espíritu de poner el Belén y cantar villancicos, y esperar ansiosos a que llegaran los Reyes Magos.

Pero hoy en día todo es distinto. Ahora hay mucha gente que pone Papás Noeles colgando de una ventana con rejas (que tiene delito) y, en vez de los villancicos, escuchas a esas radios con coche incorporado emitiendo unos sonidos al que algunos lobotomizados llaman música. De hecho, el 6 de enero y los Reyes Magos han dejado de tener el monopolio para compartir protagonismo con un gordo vestido de rojo que trae los regalos la noche del 24 de diciembre (lo cual no deja de ser una ventaja).

Pero a veces esa ventaja se puede convertir en una decpeción. O si no que se lo pregunten a este niño, que al desenvolver el regalo se encuentra con una caja de una XBOX 360. Atención a la cara del niño y a las risas de los demás.



PD. No hay que ser cabrón...

martes, 9 de diciembre de 2008

De mayor quiero ser profe en la facultad y divorciada...


POLÉMICO FALLO JUDICIAL
La mujer que recibirá 3.500 euros de pensión pide ahora el doble

Vídeo: EVA BRAÑA/DESIRÉE GARCÍA-ESCRIBANO
EVA BRAÑA/DESIRÉE GARCÍA-ESCRIBANO
Sevilla, 13.11.2008 | 22:40 h.
Pastora Moreno, la mujer que recibirá para su hijo 3.500 euros de manutención de su ex pareja destinados -según el juez- "a ropa de marca, enseñanza bilingüe y servicio doméstico", quiere más. Su abogado recurrirá para solicitar el doble.
Se llama Pastora, es profesora en la Facultad de Periodismo de Sevilla y es la mujer que recibirá 3.500 euros al mes para su hijo de dos años. Es una pensión elevada, pero ha salido a la luz por lo específica que ha sido la sentencia que señala en qué se tiene que gastar ese dinero la madre.
"Que no esté discriminado con respecto a sus hermanos, vivir con un nivel acorde al de su padre, independientemente o no -me parece una frivolidad- de que pueda usar ropa de marca", relata Pastora.
El padre, empresario y catedrático, recurrirá la sentencia dictada por el juez, que no sólo habla de ropa cara, también detalla que el niño tendrá que ir a un colegio bilingüe, tener médico privado y servicio doméstico.
Todo para evitar que en el futuro el menor quiera con el padre sólo por su dinero. "Puede darse la circunstancia de que el niño tenga diez años y diga que se va a vivir con su padre por los caprichos que le da", explica Pastora.
Al recurso paterno, se unirá otro por parte del abogado de la madre para conseguir que la pensión se amplíe finalmente a 6.000 euros al mes.